El marketing digital es un conjunto de estrategias de comercialización más utilizadas y que se lleva acabo a través de los medios digitales.
EVOLUCIÓN DEL MARKETING
El 1.0
Cuando no existían ni las redes sociales, ni los teléfonos móviles habían alcanzado la popularidad que hoy tienen, el marketing digital estaba basado en las páginas web. Estas eran muy simples, diseñadas solo para exhibir productos o empresas de manera unidireccional. El mensaje iba desde la empresa a la audiencia, no existían los comentarios de los usuarios, como tampoco los foros o los mensajes directos.
Por esta misma razón, a los consumidores se los considera pasivos durante esta etapa, siendo que no podían interactuar de forma directa con lo que leían o veían.
Esta etapa se la conoce como la era del marketing 1.0. El objetivo, entonces, era trasladar la publicidad de la televisión, la radio, los diarios y las revistas en papel a toda página web que pagara por ello. La venta estaba centrada en el producto y en su especificación.
Fue la era de los catálogos online, en la que las web parecían vidrieras digitales de productos o servicios. Por ese entonces, ya empezaba a vislumbrarse el alcance universal que llegaría con la masificación de la conectividad.
Otro dato importante para destacar es que actualizar contenidos, combinar textos e imágenes en los primeros formatos multimedia ya representaba una gran ventaja respecto a los medios tradicionales.
El 2.0
La revolución llegó con la web 2.0. Aparecen los primeros foros, las primeras redes sociales y se instala para siempre la revolución de los medios digitales. Acá empieza lo que conocemos como marketing digital, un efecto de la evolución de la www y de la abismal revolución tecnológica.
El eje ya no es la venta sino la satisfacción y fidelización del cliente. Se le da lugar al posicionamiento corporativo del producto con la atención puesta en el cliente. Es que acá empieza la posibilidad de compartir información de manera más práctica.
Por eso, la labor del marketing 2.0 tenía como objetivo que las campañas interactúen con el público, que debía recibir la información en un entorno que lo interpele, por ejemplo: redes sociales, plataformas o web.
El contenido se compartía casi inmediatamente. Este feedback, que antes era imposible, permitió que texto, imágenes o videos se intercambiaran en un ida y vuelta, que significó un antes y un después para las marcas y para todos los usuarios de la web.
El 3.0
Si pensamos en términos humanos, esta etapa del marketing es el paso de la adolescencia a la adultez. El usuario ya se acostumbró al intercambio de información. Ya conoce las marcas, cada día trae un nuevo descubrimiento, comparte noticias a su gusto pero ahora busca productos responsables, con conciencia ambiental y social.
El consumidor se involucra como una persona física, con sentimientos, ideas, ética, compromiso y valores gracias a una internet que empieza a ser más semántica. ¡No te asustes! Parece complejo pero no lo es.
El término semántico hace referencia a un software que puede interpretar el contenido. Más simple, el lenguaje del ser humano por algoritmos. Esto va de la mano de la inteligencia artificial.
Y, para ponerlo en términos prácticos, es lo que hace Google cuando inicias una búsqueda. Entiende hacia dónde quieres ir más allá de que escribas una palabra incompleta o una frase mal redactada.
Aparece la Internet of things o, al menos, empieza a vislumbrarse. Con un teléfono móvil en la mano, se puede conectar todo, desde un perfil personal hasta las luces de la casa.
Aparece la sincronización y la posibilidad de estar “en línea” las 24 horas del día.
El 4.0
Es la etapa que empezó hace unos años pero de la que todavía no podemos ver la pantalla entera. Lo que empezó con la web semántica continuó en el desarrollo de máquinas inteligentes capaces de recibir instrucciones similares al aprendizaje, por las cuales pueden aprender de las personas y evolucionar, analizando los comportamientos del ser humano.